El almacenamiento de datos se encuentra en continua evolución. A los tradicionales discos mecánicos HDD se están sumando nuevas opciones, desde los pendrives, unidades USB o tarjetas SD, pasando por los discos de estado sólido SSD, ahora parece que está pujando una nueva tecnología, los discos híbridos SSHD.
Caracteristicas de HDD, SSD e hibridos SSHD
El disco duro habitual de nuestros equipos (HDD) no ha progresado mucho en los últimos años. Aunque ha conseguido convertir en una de sus principales virtudes el aumento de capacidad y el precio asequible, su arquitectura con componentes mecánicos móviles lo hace más susceptible al fallo, con el peligro ello conlleva de pérdida de datos. Además, parece que han tocado techo en las 15.000 revoluciones por minuto, son ruidosos y generan calor lo que los convierte en más lentos, de mayor consumo y fragilidad si los comparamos con sus hermanos pequeños, los SSD.
Estos últimos años la estrella han sido los discos SSD, que se han postulado como sustitutos de la tecnología anterior. La ausencia de componentes móviles electromecánicos, su mayor rapidez de acceso y gestión de datos y el menor consumo energético les han conferido una serie de ventajas que, junto con su menor fragilidad y mayor seguridad, los hace muy atractivos sobre todo para usos de alta exigencia en rapidez. Pero no todo puede ser bueno puesto que, por el contrario, la capacidad de almacenamiento suele ser menor y el precio, en proporción, mucho más elevado que los discos HDD.
La solución intermedia que parece que algunos fabricantes como Seagate o Western Digital nos están proponiendo es la tecnología hibrida SSHD. Básicamente consiste en una combinación de las dos anteriores, con una parte del almacenamiento en flash (SSD) y otra en platos rotatorios electromagnéticos de un disco duro tradicional. De esa manera, los datos de acceso más frecuentes podrán ser almacenados en caché en la parte SSD y el resto en la HDD. Con esto ganaremos en rapidez y podremos conservar la ventaja de una gran capacidad. Por supuesto, no es oro todo lo que reluce. No llegaremos a la velocidad de los SSD puros ya que el grueso de la información estará en los platos ni a su fiabilidad, porque las partes móviles no las evitamos, aunque sí es cierto que mejoramos las características del HDD a un precio, además, más razonable y menos alejado del disco duro tradicional.
Soluciones tenemos, ahora hemos de elegir la más adecuada a nuestras necesidades y bolsillo.