Los discos duros SSD (provenientes de las palabras inglesas Solid State Drive o disco de estado sólido) han aparecido en los últimos años como alternativa a los discos duros rígidos que se basan en grabación magnética.
Almacenamiento de datos
Los discos SSD, por su parte, se basan en la utilización de memorias no volátiles como memorias flash para el almacenamiento de datos. Estos nuevos tipo de discos son mucho más rápidos, menos sensibles a los golpes y menos ruidosos (de hecho su sonido es prácticamente inaudible) que los discos magnéticos. Pero por el contrario su precio es más elevado y la capacidad de almacenamiento actual es menor. En el mercado actual es sencillo encontrar discos tradicionales de 2 TB mientras que los discos SSD raramente superan los 500 Gb, siendo con dicha capacidad extremadamente caros. El tiempo de acceso de los discos SSD se encuentra sobre los 0.1 o 0.2 ms mientras que en los discos tradicionales este valor es muy superior, entre los 7 y 16 ms.
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Mantenimiento de equipos informáticos
Tal es la mejora que pueden ofrecer estos discos con respecto a los discos tradicionales, que el personal dedicado al mantenimiento de ordenadores recomienda reemplazar los discos tradicionales por los SSD para sistemas informáticos cuyo rendimiento ha empezado a decaer. Especialmente importante es la utilización de los discos SSD como disco en el que se instala el sistema operativo del ordenador. Por lo tanto, cuando se realiza el mantenimiento de ordenadores se recomienda dejar el disco tradicional para el almacenamiento de datos y utilizar el disco SSD para la instalación del sistema operativo.
Actualmente, para reducir costes, muchos sistemas informáticos de gama media-alta, se venden con dos tipos de discos duros, uno SSD de pequeña capacidad (unos 100 Gb), utilizado para instalar el sistema operativo y los programas que más recursos consumen, ya que necesitan una mayor velocidad en el intercambio de datos, y un disco duro tradicional, de 500 Gb, 1 Tb o incluso 2 Tb que se utilizarán sobre todo para almacenar datos.
Instalar discos SSD
Actualmente los discos SSD no suelen utilizarse en otros aparatos electrónicos, ya que no suele ser necesaria tanta velocidad como en un ordenador, aunque algunas televisiones están empezando a incluirlos. También los poseedores de las consolas de última generación empiezan a instalar discos SSD para mejorar su experiencia de juego.
Actualmente no existe una alternativa en cuanto a velocidad a los discos SSD si lo que se quiere es instalar en él un sistema operativo o diversos programas. Sin embargo, si lo que se quiere es guardar datos y transferirlos a alta velocidad, se pueden utilizar memorias flash USB 3.0 que siguen aumentando de capacidad cada año.
Capacidad de almacenamiento
Pero, por qué conformarse con tener un disco más rápido y otro más lento en nuestro ordenador. De momento, porque la diferencia económica es muy grande, y porque la capacidad de almacenamiento de los discos SSD actuales es menor que el de los tradicionales, pero un futuro no muy lejano indica que los discos SSD formarán parte de todos los sistemas informáticos, tanto para la ejecución de los programas como el almacenamiento de los datos, gracias a todas las ventajas que presenta con respecto a su competidor.