El control de flujo se refiere a los mecanismos y estructuras de programación que permiten controlar y modificar la secuencia de ejecución de un programa informático. Esto incluye la capacidad de tomar decisiones, repetir instrucciones y saltar a diferentes partes del código según ciertas condiciones.
En la actualidad, el control de flujo sigue siendo un concepto fundamental en la programación, independientemente del lenguaje o paradigma utilizado. Las estructuras de control, como condicionales (if-else), bucles (for, while, do-while) y sentencias de salto (break, continue, return), permiten a los desarrolladores crear programas más complejos y adaptables.
Además, el control de flujo se ha vuelto más sofisticado con la incorporación de conceptos como la programación funcional, la programación reactiva y los flujos de trabajo basados en eventos. Estas técnicas permiten un control de flujo más declarativo y orientado a la gestión de datos, lo que facilita el desarrollo de aplicaciones escalables y resilientes.
El control de flujo es esencial en una amplia gama de aplicaciones, desde sistemas embebidos y de tiempo real hasta aplicaciones web y móviles. Su correcta implementación es crucial para garantizar la lógica, la eficiencia y la robustez de los sistemas informáticos.
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