El móvil ha provocado muchos cambios en nuestras vidas: la manera de comunicarnos con nuestros amigos, en nuestro trabajo y, últimamente, en nuestras compras, no sólo en Internet, sino en comercios físicos. Al día de hoy, ya podemos pagar con el móvil gracias a una serie de tecnologías de comunicación como NFC o Comunicación de Corto Alcance, y aplicaciones que pasamos a detallar.
Apple Pay
La compañía de la «manzana» posee su propio sistema de pago por móvil, el cual une el hardware TouchID (identificación por huella dactilar) y la aplicación Passbook. Si contamos con acceso a formas de pago a través del móvil como tarjetas de crédito, con el sistema TouchID desbloqueamos el pago con la ventaja de que nuestra información financiera no se envía al vendedor, sino un código que Apple Pay asigna a cada transacción. En cuanto a Passbook, esta aplicación permite también utilizar lectores de códigos QR para pagar en comercios de forma cómoda y segura.
Samsung Pay
Otro gigante de la telefonía móvil es Samsung, que también cuenta con su forma de pago por móvil. Esta consiste en una aplicación nativa para guardar los datos de tarjetas de crédito y un hardware específico. La seguridad en los pagos cuenta con sistema TouchID y bloqueo por PIN, y la comunicación con el datáfono también se produce por conexión NFC.
Android Pay
Al igual que los teléfonos Iphone, los teléfonos con sistema operativo Android cuentan con una aplicación nativa que funciona de forma muy similar a Apple Pay. Es decir, se pueden almacenar en el móvil los accesos a tarjetas de crédito, desbloquear el teléfono y realizar el pago mediante conexión NFC.
Ventajas y desventajas del pago con móvil
La principal ventaja es la comodidad que supone guardar distintas formas de pago en un solo dispositivo. Mientras que la principal desventaja es la falta de seguridad al 100%, como ocurre con las comunicaciones NFC. Estas utilizan una comunicación de corto alcance (cobertura de 20 centímetros), pero esa misma comunicación no está cifrada, por lo que siempre existe un mínimo riesgo.